2/01/2011

Los orígenes del tango

En 1857, un músico y actor español de nombre Santiago Ramos, compuso un tema considerado como el probable primer tango conocido, llamado "Tomá mate, che" la letra era de un porteño, Rafael Barreda, pero la música eran arreglos andaluces. El propio autor lo estrenó en la comedia "El gaucho de Buenos Aires" en el teatro de La Victoria.
Por esta razón el investigador Roberto Selles considera que la transformación de estos temas andaluces derivan en la creación del tango criollo y dice al respecto: "Si no aparece alguna vez una obra anterior al género, compuesta en nuestra ciudad, debemos reconocer que en ese momento Santiago Ramos creó el tango criollo.
También hay referencias de una composición popular llamada "El queco" con aire de tango andaluz que se tocaba y cantaba el los burdeles en 1874. Hablaba de las "chinas", mujeres argentinas, africanas y mestizas que ejercían la prostitución. Se dice que este tema lo cantában las tropas del general Arredondo en Córdoba y San Luis, después de la revolución mitrista luego de las elecciones de 1874. "Queco" es sinónimo de burdel y de la danza del burdel, es parte del tango primitivo y procaz.
En 1876 se popularizó una suerte de candombe llamado "merengué" que fue un éxito de los carnavales de ese año, una especie de murga como algunas que existen todavía, los instrumentos utilizados eran violín, guitarra, flauta y los tambores candomberos.
Carlos Vega, musicólogo, compositor y poeta, 1898/1966, sostiene que "Bartolo toca la flauta" es la antigua habanera llegada a Buenos Aires como "Tango de la Casera" y popularizado después de 1880 con el nombre de "Andate a la Recoleta". Era común en esa ëpoca, esta expresión, ir a la Recoleta, significaba irse de juerga y venir de la Recoleta era estar extenuado por el exceso de diversión.
Se hacía referencia a los bailes del barrio de La Recoleta, entre ellos el del "Prado Español" de la avenida Quintana, primer sitio donde se permitió bailar el tango públicamente a hombres y mujeres. Y las romerías de la Virgen del Pilar, que daban lugar a grandes fiestas, no precisamente piadosas. 
En 1886 aparece otra composición de autor anónimo, llamada "Dame la Lata" el título evoca una escena propia de los burdeles, se trataba de lo siguiente: Al entrar al prostíbulo el cliente, luego de pagar, recibía un trozo de hojalata del tamaño de una tarjeta personal, que luego le era solicitada por la prostituta, como prueba de que había pagado. Cuando terminaba la jornada el rufián o proxeneta le pedía a sus pupilas la entrega de las latas, para calcular lo que le correspondía, de ahí el nombre del tango "Dame la Lata".

Vicente Rossi, periodista, historiador de nacionalidad Uruguaya, nacido el 21/04/1871 y fallecido en la Pcia de Córdoba, Argentina el 23/11/1945, publica en 1926 el libro titulado "Cosas de negros". El volumen está dividido en tres sub-títulos, La milonga. Las academias, El tango.
Rossi considera a la milonga como sucesora de la Payada y dice de esta lo siguiente: "La payada es la rumbosa inspiración de los anónimos bates del pueblo, oro en bruto, purísimo, el oro de la tierra madre"
Argumenta que cuando la payada "visitó los poblados, cambió la vincha y el chiripa por las ropas del criollo". "Fracasó en los mostradores pulperos, donde el veneno tienta en vasos y la muerte en hojas templadas" " Y el payador se fue esfumando  en el milonguero". "La payada ingenua de los fogones pastoriles, se convirtió en la milonga de los fogones milicos y de los tugurios ciudadanos". "Los anónimos poetas del pueblo, compusieron cantos amorosos, satíricos y alegres que también llamaron milongas, por haber usado su métrica y tonada". Concluye con lo siguiente: "En Buenos Aires el pueblo era muy aficionado al baile, única distracción para aquellos tiempos, se bailaba hasta en las veredas al son del instrumento que se presentase, y a falta de música el auditorio tarareaba las piezas. Un cronista de la época, argentino, citando esta costumbre dice que bailaban tango con quebradura; grave error, porque el tango no había nacido, y porque en las veredas bailaba el pueblo, que no lo habría adoptado, como consigna el cronista, pues lo usaba solo la gente de vida alegre y de avería".

También considera que el tango es una derivación inmediata de la milonga, a la que considera netamente montevideana y por ende cuestiona el hecho de que Buenos Aires se adjudique la paternidad  del tango.  A tal punto que dice: "El tango nació en Montevideo y lo bautizaron en Buenos Aires".
Jorge Luis Borges, en su obra "El idioma de los Argentinos" publicado en 1928, sintetiza la posición de Rossi.
"Pragmatismo aparte, la argumentación de Rossi queda honradamente reducida a este silogismo: La milonga es primitivamente montevideana , La milonga  es el origen del tango, El origen del tango es montevideano. "El tango es hijo de la milonga y nieto de la habanera, Nació en la academia de San Felipe, galpón montevideano  de bailes públicos entre compadritos y negros. Emigró al bajo de Buenos Aires y guarangueó en las Cuartas de Palermo (Donde lo recibieron la negrada y las cuarteleras) y metió ruido en los peringundines del centro y de Monserrat, hasta que el Teatro Nacional lo exaltó.
Es decir el tango es afro- montevideano, el tango tiene motas en la nariz. No hay razón para suponer que todo lo inventaron en la otra banda, me responderan que hay la razón efectiva que así fue, pero esa chicana no satisface nuestro patrioterismo, más bien lo embravece y lo exaspera".
Jorge Luis Borges, tenía con el tango, una relación oscilante entre al amor y el odio, posiblemente el hecho de pertenecer a una familia acomodada, en esos tiempos en que el tango era considerado por las capas superiores de la sociedad como algo repudiable, haya influido en el sentir de Borges, a tal punto que llego a definir al tango como "un engendro lacrimoso" y que no soportaba a Carlos Gardel, sin embargo confiesa que esos mismos tangos que rechazaba, le hicieron llorar cuando los escuchó en el extranjero.
En el "Soneto para un tango en la nochecita" antecesor de su otro poema "El tango" que fue su homenaje a la música de Buenos Aires.


¿Quién se lo dijo al tango querenciero
cuya dulzura larga con amor me detuvo
frente a unos balconcitos con destino modesto
de ese barrio con árboles que ni siquiera es tuyo?
Lo cierto es en su pena vi un corralón austero
que vislumbró hace meses en un vago suburbio
y entre cuyos tapiales hubo todo un poniente
lo cierto es que al oírlo te quise más que nunca.

Arrimado a la música me quede en la vereda
frente a la sola luna, corazón de la calle
y el viento larguero que paso arriando noche.
El infinito tango me llevaba hacia todo.
A las estrellas nuevas. Al azar de ser hombre.
Y a ese claro recuerdo que buscan bien mis ojos.


Respecto a los orígenes del tango, Borges considera que el tango no nace del pueblo por que es interpretado por instrumentos costosos como el piano, violín y flauta, y no piensa en la guitarra que considera propia de la milonga y el estilo.
Para clarificar la posición de Borges respecto a su concepción del tango, Transcribimos conceptos de Alejandro Susti, publicados en "el hablador" N° 15, Con el título: "Borges: Tango y milongas criollas.
"Al parecer Borges queda muy disgustado con el uso de instrumentos como el bandoneón el piano o el vioíin, en la musicalización de algunas de sus milongas uso que para él supone un total desfase con los que sus textos intentan representar o con la forma en que pueden ser interpretados. El implícito acuerdo entre las informaciones de Rossi y la forma en que Borges asume la ejecución de sus milongas, descubre un entroncamiento en la figura del milonguero con la que su transformación obedece al desplazamiento de esta figura hacia las márgenes u orillas de la ciudad. Quizá aquí es el hecho donde pueda entenderse de que Borges ve en el tango posterior que deriva en la milonga-baile y menos aun en la musicalización que Piazzola hace de sus milongas- relaciona alguna con la tradición de la poesía popular criolla desarrollada en la payada y luego en la milonga. Borges, una vez más, es claro en establecer el origen del tango y su instrumentación en los lupanares.
En términos musicales, para Borges lo criollo es volver al sonido de la guitarra, que resuena en los zaguanes, postular la orfandad de las cuerdas frente al sonido masivo de la orquesta que retumba en los prostíbulos y, más tarde en los cabarets"
Otro rasgo musical importante consiste en la orfandad melódica en la que se apoya Borges
orfandad que se aprecia en la ausencia del canto, rasgo compartido por la payada y la milonga. Y aquí también apunta Rossi:
"Ciertamente que se paya y milonguea cantando, pero no es precisamente un canto, es una tonada que asociada a la guitarra da a la imaginación tiempo y alivio a la inspiración.(1926 Cosas de negros).
"De esta manera hay en la milonga que Borges cultiva lo que podríamos denominar un "doble silencio" que excluye: El sonido de otros instrumentos de acompañamiento-La orquesta propiamente dicha- Y el sonido de la voz concebida como otro instrumento ejecutante de una melodía que se agrega a una letra. La voz en este caso recoge los versos y los interpreta sin llegar a cantarlos".
Y finalmente, para concluir con este análisis de la opinión Borgiana. Transcribimos la visión
que sobre el particular tenía un grande del tango, Don Enrique Cadícamo.
"Borges permanece totalmente ajeno al desarrollo del tango y su rol en este es nulo" El letrista subraya la división entre literatura y poesía tanguera, "pocos son los escritores que incursionan en ambas y lo hacen exitosamente, aun cuando Borges no intenta crear letras de tango si no de milongas".Cadícamo subraya su fracaso al hacerlo señalando de paso "Su incapacidad para inscribirse en la poética tanguera".

Es cierto lo que dice Cadícamo. En la obra "Los catorce para el tango" donde intervinieron figuras principales de las letras argentinas, si bien el valor obtenido en lo que respecta a la musicalización y calidad de las letras fue importante, no se logró el éxito que sí, obtuvieron otros poetas clásicos del tango. En el caso de Jorge Luis Borges y Astor Piazzola en el larga duración que ambos hicieron en 1965, llamado "El Tango" se logró unir la "alta literatura" con la evolución superior del tango, encarnada por Piazzola, Borges ofreciendo para su musicalización la perfección de sus poemas a un Piazzola con el estilo revolucionario de su tango.
Se daba una paradoja, la poesía de un defensor del tango primitivo con la música de un modernista del ritmo tanguero.
Sin embargo, a pesar de las divergencias lograron ambos, la unión exitosa de dos tendencias diametralmente opuestas.


En 1936 Hector Bates 1894/1964 y su primo hermano Luis Bates, escriben "La Historia del Tango" es la primera investigación sobre el tango y por lo tanto dada la cercanía en el tiempo en que se fue "haciendo" el tango, tiene visos de credibilidad. Muchas de las aseveraciones de los Bates se basan en declaraciones hechas por un ejecutor de bandoneón uruguayo, llamado Antonio Chiappe, nacido en Montevideo en 1867/1943. Chiappe decía que 1882 había organizado bailes a manera de concurso donde se bailaba los ritmos que se conocían en ese entonces, valses, polcas, mazurcas, tango andaluz, y otros, pero tango no se bailaba.y conforme a sus recuerdos el tango habría tenido su origen en los prostíbulos.
Dos investigadores argentinos Hugo Lamas y Enrique Binda publicaron en 1998, el libro"El Tango en la sociedad Porteña" 1880-1920. Sostienen en la publicación que el tango tiene un origen social no precisamente relacionado con la prostitución, lo ubican dentro de los márgenes de convivencia que sucedía, en esos tiempos en la Sociedad Porteña. No niegan la presencia del tango en el ambiente prostibulario, pero si que haya sido este el lugar cerrado donde se haya originado. Masivamente el tango fue aceptado por las clases bajas, como en las más pudientes.
Ernesto Angel Quesada, 1858/1934, abogado, sociólogo, en su libro "El criollismo en la literatura argentina" publicado en 1902, dice "No es tan solo la variedad lo que constituye la germanía orillera ni la misma variante del criollismo suburbano. En otras capas sociales ella empalidece ante el brillo de cierta literatura orillera llena de dimes y diretes sumamente difundida entre criollos suburbanos".
"El señor López Franco se ha distinguido en ese nuevo género criollo, su poema "Los canflinfleros o los amantes del día" ha tenido tal resonancia que en determinados barrios se forman grupos en las aceras, se tararean los tangos los tangos preferidos y se cantan a voz en cuello" Y agrega Quesada: "Es de ver con que fruición se enternecen las robustas maritornes cuando oyen esos acentos populares, las puertas se pueblan de la gente de servicio, los ojos chispean entre dares y tomares, todos acompañan al tango de marras.
En 1913, en publicación del diario Crítica del 22 de setiembre de 1913. "Viejo Tanguero", seudónimo con que se firmó la primera historia del tango. Sugiere que es una danza ideada por la gente de color para sustituir el "endiablado" candombe africano, obviamente no se conocen documentos que avalen tales afirmaciones, por lo tanto es incierta y conjetural.
José Gobello opina que el tango se origina cuando los compadritos, aplicaron a sus bailes de rutina las figuras coreográficas del candombe, las quebraduras, quiebres o quebradas, que también llamaron cortes.
León Benaros, acepta que el tango tuvo en sus comienzos al negro entre sus padrinos.
Rodríguez Mola, sostiene que el tango nació del contacto del hombre de color y el orillero, mientras que Horacio Ferrer, supone que el nacimiento del tango ocurrió cuando los tanguistas 
se liberaron de la influencia afro-española, nada de tamboriles o panderetas.
Las opinión del maestro Horacio Salgán, es contundente, observa que en el tango nunca existieron los instrumentos de percusión, ni siquiera en sus comienzos, los conjuntos interpretativos siempre fueron formados por flauta, clarinete, guitarra, más tarde se sumó el bandoneón, piano y violín, nunca hubo instrumentos de percusión.
Don Ramón Gómez de la Serna, le otorgó la ciudadanía argentina al tango, cuando dijo: "Ya no es ni habanera,ni negro ni blanco; el tango es argentino".

El el diario La Nación de Buenos Aires se publicó el 20 de octubre de 1880 el siguiente artículo donde describe el ambiente que reinaba en La Plaza Constitución donde existían cantidad de pulperías y cafetines. "A la luz vacilante de una lámpara de querosene, juegan, beben y bailan o conversan gentes especiales de ambos sexos. La caña es el licor corriente; se fuman cigarros de hoja del país (de a ocho por un peso); se asan chorizos en un brasero colocado en la puerta de estos locales; se fríe pescado, y cuando no suenan las cuerdas de una guitarra mal pulsada por algún negro borracho, acompañado por una acordeón, un organito parado en el cordón de la vereda o en la bocacalle, hace oír sus roncas notas. La acción de la policía ha ido eliminando muchos de estos lugares"

Plaza Constitución 1885 (estación ferroviaria inaugurada en 1864)
                                                                                                                                                                                                En la Web precisamente en www.curiosamonserrat.com.ar,se publica un artículo del cual transcribimos una parte: "En ese mercado de Constitución (actual plaza del mismo nombre), donde paraban innumerables carretas que venían del interior, pululaban los gauchos carreteros, mercaderes, payadores, que se entremezclaban con los pasajeros de la pequeña estación ferroviaria que allí se alzaba. En ese vasto descampado polvoriento se instalaron pulperías y otros locales, donde se improvisaban payadas y se tocaban milongas acompañadas con guitarras y acordeones. Por la "Calle Larga" (hoy Av Montes de Oca), había un constante tránsito de carretas que se dirigían a Barracas, famosa ya por sus barracas de cueros y cereales. En esta zona y otros arrabales, se cantaba y danzaba la milonga, por morenos y orilleros; de estas milongas y habaneras fue naciendo el tango, entroncado en mismo ritmo de aquellas. En estos lugares, los compadritos de esa época fueron sentando la coreografía del tango, creada por ellos con taconeos, corridas de costado, cortes y quebradas, medialunas y sentadas, donde las piernas y caderas eran el eje central de la danza. La compañera tenía la misión de casi adivinar el pensamiento de su compañero. Estos bailarines tomaban a su compañera con la mano derecha, por la cintura, plantándosela sobre la rabadilla y, con la otra tomábanle la derecha a ella, afirmándola sobre la propia cadera izquierda. Se juntaba así cabeza y cuerpo, y ejecutában distintas figuras, adornadas con cortes en verdaderas filigranas de giros imprevistos y "refaladas". Así era la coreografía del primitivo tango, creada por el sentir de aquellos orilleros, algo nuevo y concordante con su idiosincracia. Pero esta coreografía, creada por malevos y compadritos orilleros, fue la causa del desprestigio del apenas nacido tango en el resto de la población. Estos floreos exagerados de la nueva danza hicieron que durante muchos años quedara confinada en los arrabales y en las casa de mala fama. Decía Ezequiel Martínez Estrada: "Escuchábamos los acordes dulzones de su música que, escapados como un vaho a través de las celosías siempre cerradas de ese mundo prohibido, iban a perderse en el silencio de la noche".
La influencia de ritmos llegados a las costas rioplatenses, producto de la inmigración, que indudablemente han sido generadoras del nacimiento del tango, todas  han aportado en mayor o menor medida algo que contribuyo al nacimiento de este ritmo, que al margen del aporte recibido, sumó en su haber el criollismo de la payada y la milonga que eran atributos propios.

Mercado de Constitución en 1885.



Mi opinión sobre el tema del origen del tango se resume a lo siguiente: En ambas orillas del Plata, Argentina y Uruguaya,  las corrientes migratorias fueron similares, las costumbres de los pueblos a través del tiempo han sido bastante parecidas, incluso en estas cosas del tango. La diferencia que se puede apreciar pasa por la densidad poblacional, obviamente mayoritaria en Buenos Aires que pudo haber prevalecido con respecto a lo ocurrido en Montevideo. Esta visión muy particular de ninguna manera desmerece la influencia que indudablemente a tenido y tiene la vecina orilla con respecto al tema, máxime con la cantidad de Orientales que han prestigiado la actividad tanguera a través de toda su historia. En consecuencia creo que el Tango es Rioplatense sin lugar a dudas.